Las grosellas son frutos totalmente comestibles, los cuales en su mayoría, tienden a ser bayas desarrolladas a partir de flores que crecen en primavera, y en muchos casos, toman formar similares a las de las uvas pero, siendo estas de menor tamaño.
Las grosellas son alimentos que vienen procedentes tanto de Europa como de Asia, siendo totalmente desconocido el punto exacto donde se originó por primera vez en su estado silvestre.
Según diferentes estudios, todas las grosellas silvestres que eran recolectadas en la Edad Media eran por sociedades cazadoras completamente paleolíticas, debido a que se encontraban completamente en zonas de monte, completamente frías y húmedas, donde da la casualidad, se daban las condiciones idóneas para la caza de estos habitantes.
Por su parte, en la Grecia Clásica, estos alimentos fueron conocidos como la sangre de los titanes, debido a la referencia de todos los colores en los que venían cada fruto. Sus primeros cultivos fueron en el siglo XVII, principalmente en el continente europeo, específicamente en Bélgica y Francia.
Dentro de las propiedades nutritivas que aporta la grosella al cuerpo humano, destacan las siguientes:
Dentro de las propiedades para la salud que aportan al cuerpo humano las grosellas, destacan las siguientes:
Debido a la cantidad en antocianos y carotenoides que aporta esta fruta al organismo humano ayudan con los niveles de acciones antioxidantes, neutralizando todo movimiento de radical libre que sea nocivo para la salud.
Gracias a la cantidad en vitamina C que suministra al cuerpo humano, las grosellas tienen la capacidad de favorecer la absorción del hierro de todos los alimentos, por lo que mejora notablemente o en su defecto, previene la anemia ferropénica.
Dentro de los principales beneficios de esta increíble fruta como lo es la grosella, las personas se encuentran con los siguientes:
Dentro de los principales tipos o variedades de grosella, las personas consiguen las siguientes:
Entre sus variedades mayormente comunes se consiguen las grosellas Red Lake o las grosellas Laxto’s #1; son normalmente de estado silvestre, muchas de ellas populares y se suelen encontrar en torrenteras húmedas o cerca de riachuelos.
Las grosellas rojas son bayas globulosas que crecen en la mayoría de los casos, en racimos, colgando del árbol como diminutas uvas translúcidas. Casi siempre son de sabor ácido o agrio, aunque en muchos de ellos, se consideran unas frutas bastante insípidas.
Entre los groselleros rojos mayormente destacados están, los Juniper, las Glorias de Sablons y los Versallescos Rojos. El primero resulta ser un arbusto de porte erguido que produce cantidades notables en grosellas rojas; el segundo es de variedad rosa, de madera totalmente delgada y produce racimos medianos; el último, es una variedad más rústica pero sumamente productiva.
La grosella negra en la mayoría de los casos es de sabor sumamente amargo, aunque en otros casos, tiende a ser ácido; es un alimento que no se consume crudo. Entre sus variedades más notables destacan las grosellas negras de Giant y las grosellas negras de Baldwin.
Dentro de los groselleros negros mayormente sobresalientes de esta maravillosa fruta son los siguientes: groselleros negros de andega, groselleros negros de bigno y groselleros negros de borgoña.
El primero, es un arbusto vigoroso, especialmente resistente, es auto-fértil y polinizador en gran variedad. Sus frutos son de tamaño mediano, tendiendo a ser en la mayoría de los casos, grandes. Su sabor es ácido y con una riqueza aromática distinguible.
El segundo es de variedad de conservación antigua, sumamente vigoroso, rústico y su crecimiento tiende a ser muy rápido; es un árbol que da mayores frutos en Suiza. La pulpa de estos alimentos en blanca, suave y fina, de sabor aromático, resultando ser muy agradable.
Por último, el grosellero negro de borgoña es un arbusto riguroso, de porte erguido, y crece con normalidad en diferentes zonas de Asia. Sus frutos son medianos, de sabor perfumado y de floración tardía.
Son frutos sumamente pequeños, por su parte su árbol es rústico y poco exigente. Este es uno de los pocos arbustos que produce durante más de 20 años, por lo que sus sabores son únicos y distintos al resto de los frutos que normalmente dan otros árboles.
Entre los groselleros espinosos mayormente destacados, sobresalen los siguientes: el grosellero espinoso de germania y el grosellero espinoso de freedonia.
El primero es una variedad espinosa de mayor vigor, su porte es erguido y produce grandes frutos, tanto rojos como blancos o negros, todos estos siendo lisos constantemente. Su sabor es afrutado y muy agradable.
Por su parte, el segundo es un árbol sin espinas, totalmente tardío a comparación de otros, sus frutos son grandes y con sabores un poco más dulces que el resto. Normalmente se utilizan para reposterías o suculentos platillos.
Este curioso arbusto suele ser un árbol ornamental, entre 6 hasta 30 pies, midiendo en total un máximo de 3 metros de altura; su corona es totalmente esparcida y tupida, sus principales ramas son sumamente ásperas, por lo general, es un árbol parecido al Bilimbi.
Por su parte, en las ramas aparecen diferentes ramitas conjuntas, estas de hojas deciduas, las cuales tienden a tener colores verdes o rosados, entre 6 y 12 pulgadas, midiendo un total de 15 a 30 centímetros de largo; por su parte sus hojuelas son de corto peciolo, totalmente aovadas y puntiagudas y en la mayoría, son de color verde en la superficie superior y azul-verdosa en la parte inferior.
Las flores del árbol de las grosellas en la mayoría de los casos son pequeñas, tanto masculinas como femeninas, y en muchos procesos, algunas son hermafroditas, divididas en 4 partes de color rosa; ellas cuelgan directamente de la parte sin hojas del árbol, las cuales son sus ramas principales.
Se considera un arbusto espinoso, sumamente rústico y poco exigente, ideal para cultivarlo dentro de diferentes huertos, en teoría, las personas se deleitarán con sus distintos frutos, los cuales poseen sabores únicos e inigualables de describir. Es un árbol que produce frutos durante 20 años.
Por su parte su siembra o plantación, debe ser en tierra fértil, sumamente fresca pero no en exceso, y con una exposición soleada, la cual permitirá que el grosellero, prospere de manera acorde en una decena de años o durante su producción media. Se recomienda plantarlo en meses desde octubre hasta marzo ya que en esta época, es su proceso natural de desarrollo.
Del mismo modo, los groselleros solo requieren una poda durante todo el año, y esta puede ser a finales de invierno, para que así, éste elimine las ramas malas y logren crecer desde el corazón de la mata, conservando un máximo de 15 ramas principales por cada planta.
Gracias a los altos niveles en fibra y hierro, las grosellas ayudan a combatir el estreñimiento estomacal, así como también la anemia; es una fruta sumamente sana, por lo que en la mayoría de los casos, no hace engordar a las personas.
Al contrario, son totalmente recomendables para las diferentes dietas de adelgazamiento, dado su gran aporte en vitaminas sin provocar algún tipo de aumento de peso.
La grosella posee un total de 4 gramos en fibra, ayudando a regular los niveles de estreñimiento en el organismo y a que las personas, tengan un sistema intestinal completamente óptimo.
Gracias a la cantidad notoria en fibra que provee al cuerpo, además de ser una fruta antioxidante y contener suficientes ácidos grasos insaturados, ayuda a reducir todo nivel de colesterol y triglicérido en la sangre, impulsando a aumentar todo rastro de colesterol bueno, protegiendo de manera directa las arterias y previniendo diferentes obstrucciones en la circulación de la sangre.
La grosella si posee azúcares pero, gracias a que tiene la capacidad de regular todos los carbohidratos procesados en el cuerpo humano, se inicia de manera directa la atracción de glucosa por parte de las células, ayudando a controlar los niveles de diabetes que padezcan las personas.
Se considera una fruta ideal para mantener los niveles de azúcar en la sangre totalmente equilibrados, ayudando a los páncreas a trabajar de manera óptima e el organismo, regulando todo nivel de glucosa en la sangre.
La grosella es una fruta que no ayuda a engordar a las personas ni de día, ni de noche, ya que sus propiedades no tienden a cambiar al momento de ser consumidas, al contrario, se considera una fruta buena para la digestión, además, de que todos los nutrientes que posee ayuda a que las personas se mantengan en su peso ideal o en su defecto, si desean adelgazar, es un alimento ideal para ello.
La grosella se caracteriza además, por ser diurética, ya que aporta un alto porcentaje en potasio y cantidades reducidas en sodio, lo cual la convierte, en una fruta que se puede incluir dentro de una dieta hipo-sódica, trabajando de manera directa la hipertensión arterial y toda retención de líquido en el cuerpo humano.
Asimismo, es depurativa, gracias a su alto contenido en fibra, lo cual ayuda a tratar la constipación, todo colon irritable, ya que en esta etapa se produce el estreñimiento y la desintoxicación hepática.
Las grosellas son beneficiosas para la buena digestión estomacal, ya que ralentizan la absorción intestinal, haciendo que el estómago trabaje de manera directa mucho más lento.
Del mismo modo, gracias a su capacidad de captar todo líquido que entre en él, ayudará a las heces en estos procesos, haciendo que se espesen un poco y puedan ser desechadas sin ninguna novedad o problema.
La grosella funciona como un potente quema grasa, principalmente porque es considerada una fruta del bosque, y en su totalidad, las frutas así, sirven de ayuda para que las personas puedan adelgazar sin ningún inconveniente.
Además, es una fruta que contiene casi el 95% en su totalidad de agua, por lo que es un componente ideal para que hidrate al cuerpo humano; no obstante, es un alimento que aporta fibra, conteniendo muy pocas calorías, haciendo que se introduzca de manera natural en las dietas de adelgazamiento.
Dentro de la composición por cada 100 gramos de porción comestible de esta maravillosa fruta, como lo es la grosella, aporta un total de 30 calorías al cuerpo humano, aunque, existen diferentes grosellas como la negra o roja, que por su consumo, pueden aportar hasta 35 calorías por cada ración.
Es una fruta que se caracteriza además, por aportar un total de 7 gramos en hidratos de carbono, 5.5 gramos en fibra, tanto soluble como insoluble, 370 miligramos de potasio, 1,4 miligramos de magnesio y 200 miligramos de vitamina C, entre otros nutrientes, vitaminas y minerales.
La grosella se caracteriza principalmente, por haberse consumido en estado completamente silvestre desde la prehistoria; ellas son originadas en diferentes partes de Asia y Europa, aunque en la actualidad, su cultivo, se encuentra con mayor frecuencia en el continente europeo.
Nacen más que todo en zonas montañosas, específicamente entre malezas o sitios pedregosos y en la historia queda escrito, como su consumo era de manera frecuente por hombres del Paleolítico, los cuales recolectaban solamente plantas silvestres a diferencia de otros habitantes.
Yace un tiempo, donde las grosellas empezaron a ser apreciadas por los médicos en la Edad Media pero, no es hasta el siglo XV donde se inicia su cultivo de manera sistemática; en esa época, grosellas del color negro eran usadas con frecuencia para dar sabor a los platos que se preparaban y darle color a los diferentes vinos que se realizaban en esas zonas.
Ya para el siglo XVIII, la grosella empieza a consumirse como una fruta que puede ser acompañada de postre, posteriormente, podía ser combinada con diferentes platillos. El cultivo en total de esta fruta se presencia mayormente en Europa, casi del 98% en su totalidad, mientras que en los demás continentes, apenas se cultivan.
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